La rosa mosqueta ayuda a mantener las articulaciones sanas y flexibles y a mantener la movilidad articular. La vitamina C contribuye a la formación normal de colágeno para el funcionamiento de huesos y cartílagos, y a la protección de las células frente al daño oxidativo.
La lista de beneficios que nos ofrece la rosa mosqueta para el cuidado corporal es realmente larga. Merece la pena que destaquemos algunos de sus usos más importantes.
Es un excelente protector de la piel frente a los rayos UVA. Aplicarlo antes de tomar el sol nos ayudará a evitar la formación de manchas en la piel, y también podemos usarlo para suavizar e hidratar la piel después de que haya estado expuesta demasiado tiempo a los efectos de la luz del sol.
Asimismo, es un excelente agente hidratante, que ayuda a que las células ganen en elasticidad. De hecho, es uno de los principios activos más habituales en las fórmulas de tratamientos cosméticos hidratantes. También es un elemento cada vez más demandado en los bálsamos labiales.
Igualmente, es uno de los productos más usados para tratar las pieles maduras y reducir las líneas de expresión y arrugas, sobre todo por su capacidad para penetrar en las capas más interiores de la dermis. Por su alto contenido en vitamina A, también es un excelente tratamiento para las ojeras.
Otro de los usos más habituales de este aceite natural es la reducción y eliminación de manchas y estrías, esencialmente gracias a su capacidad para estimular la producción de colágeno. En el mismo sentido, también funciona para el tratamiento de las cicatrices.
Tampoco podemos olvidarnos de que el aceite de rosa mosqueta resulta un gran aliado para el tratamiento del acné.