El magnesio y la vitamina B6, pese a que el primero es un mineral y el segundo una vitamina, tienen en común que ambos son nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, estando demostrado que una deficiencia de los mismos puede tener un impacto negativo en nuestra salud.
El magnesio es, como hemos comentado, un mineral y por lo tanto un componente inorgánico, al contrario que todas las vitaminas, como la B6, que son componentes orgánicos. Esta diferencia básica provoca que magnesio y vitamina B6, aunque puedan encontrarse en los mismos alimentos, reaccionen químicamente de manera distinta y, por lo tanto, tengan unas funciones fisiológicas diferentes.