Cúrcuma, una especia maravillosa.
La cúrcuma es una de las especias más saludables que existen. Se conoce y usa desde tiempo inmemorial (hay documentos que hablan de su uso desde 350 a. de C.) como condimento y de su uso en la medicina ayurvédica desde hace milenios.
A pesar de los generosos beneficios de la cúrcuma, lamentablemente presenta una gran dificultad, y es que la absorción de sus principios activos es muy baja. Aun presentando una gran potencia intrínseca en sus diferentes principios activos, no tiene una buena biodisponibilidad; es decir, la facilidad para ser absorbida y llegar a la sangre es baja. Tal es el interés en su poder medicinal que, en los últimos diez años, se han publicado innumerables artículos y estudios clínicos sobre el tema (por ejemplo, si introducimos el término “turmeric” – ‘cúrcuma’, en inglés – en el buscador de referencia de artículos científicos PUBMED nos salen más de 3.500 artículos)
De todos modos, este estudio utiliza 2 gramos de cúrcuma por cada kilogramo de peso corporal y alcanza una concentración en sangre de 0,08 mcg/ml que sólo se mantiene durante 2 horas en plasma. Sin embargo, con Positiv.ON (tecnología Arjuna), compuesto por un extracto de cúrcuma micronizado que incorpora sus propios aceites esenciales, se alcanzan niveles de 3,2 mcg/ml durante un periodo de 8 horas(1). Foto: Pau Esculies. Cocina: Montse Vallory Estos resultados demuestran la superioridad de Positiv.ON respeto a la cúrcuma con piperina, logrando una mayor concentración y permanencia en plasma. La ingesta de cúrcuma por sí sola no garantiza sus conocidos efectos beneficiosos, porque tiene dos problemas que condicionan su biodisponibilidad: